miércoles, enero 30, 2008
miércoles, enero 09, 2008
A5-N132...El llaima y los agujeros negros esconden la irrelevancia del tiempo y abren espacio temporal al heroismo y la esperanza
Poquito antes de que la bala loca del impaciente policía, guardián del derecho de los que usurparon el dominio de los mapuches sobre sus tierras, rompiera la espalda y la vida del hermano Matías Catrileo, el meditabundo y somnoliento Volcán Llaima irrumpió en sollozos de roca y fuego, era como si la tierra hubiera intuido que otra gota de sangre habría que pagar. Días después, Stephen Hawking, un brillante hombre tan inmóvil y con tanta sabiduría como el mismo volcán vino a observar desde el cielo el humeante ojo ya dormido, tan negro como sus sueños y tan inmenso como sus hoyos era el cráter del volcán; poquito antes de bajar a tierra y llegar a la celebración de cumpleaños del ex hijo del compañero Volodia, alguien le dijo que en