jueves, octubre 27, 2005

al septuagésimo segundo día: ..el reKuerdo de ONA

Oh, Ona, muy pocas veces logro reconstruir tu rostro; eres una mujer mimetizada con el aire, translucida y gélida, corriendo al viento en medio de la estepa. Eres invisible de caras, sólo evocas presencia: que no es risa, ni llanto, ni palabras, ni cuentos. Eres la fantasmagórica actitud de un hombre que conserva sólo un recuerdo. Hueles a pieles y sangre, la metáfora siempre puede más que lo tangible. Oh, Ona, perdidos en la noche no conseguiremos nada; quizás algún ñandú ose levantar el vuelo por sobre nuestras cabezas, quizás ahí recién nos espante el Kazador, o quizás no nos demos ni cuenta de lo que nos pasa.