Los ojos color de rosa de carita de flor, siempre estaban atentos a cualquier cosa. Aunque las hormigas le cosquillearan las orejas, las abejas la nariz y las mariposas le enredarán el pelo, el era feliz de ser lo que era; a pesar de su fragilidad frente al viento y a las miradas piadosas de las gentes, el estaba ahí y su mundo en rosa no dejaba de brillar. Ser diferente es un don divino, amarse a uno mismo es estar en lo esencial.
lunes, mayo 15, 2006
J-278...carita de flor
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