
En la ciudad de las plazas de siete esquinas vive la memoria que es hija de los sueños; bajo este cielo yo mecí tu pelo, empuje tu coche, bese a tu madre y te entregue un hermano. Son bellas las calles que nos vieron crecer y bellas seguirán siendo aunque no hayamos de volver. Divagaban juntos Borges y Casares, en un cielo curvo como el nuestro, cuando encontraron este pequeño tesoro:
DOS COETERNOS.
Según es fama, Dios Padre no es anterior a Dios Hijo.
Creado el Hijo, el Padre le preguntó:
-¿Sabes cómo hice para crearte?
Contesto el Hijo:
- Imitándome.
JOHANNES CAMBRENCIS, Animadversiones
(Lichfield, 1709)
(Contenido en “Cuentos Breves y Extaordinarios, Borges & Casares , Buenos Aires 1953)
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