La tarde.
El sol en el zenit muestra su opacado brillo y sus descalcinado resplandor apenas sirve para alumbrar.
Unas gaviotas tambien grises, vuelan en circulo sin saber donde ir; la orilla del mar ya no esta llena de pescados, hasta las visceras se han hecho escasas, la basura de la ciudad se ve más apetitosa, sólo hay que ser más diestro, ni para ser comida de perros ni de harapientos humanos mal nutridos.
Yo no tengo hambre, el humo del cigarro no solo obstruye el respirar, también inhibe el hambre de comer. Espero que el telefóno deje de sonar y que los motores dejen de rugir. Mañana ya no será hoy.
Imagen de Jorge Horacio Pousa en http://www.geocities.com/Paris/LeftBank/3522/Basural1.htm
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