jueves, marzo 31, 2011

(kech A1-D174) Membranza mocha

La impresión de un momento cualquiera, sea sobre una hoja en blanco o una voz a otros oídos o una caricia a la forma o el grabado de luz sobre un fondo oscuro representará siempre un mensaje desde nuestra divinidad a la divinidad de los otros y las otras; así sucede con el reflejo o expresión de la remembranza de alguno de nuestros viajes, de nuestras divagaciones o de nuestros sueños. El paraje que has dejado en una de las tantas hojas que quedaron fuera de tu maleta, nos muestra una herradura de mar sembrada de veleros que no sabemos si han llegado o están a punto de partir; no sabemos si eres otra ave que dibuja el vuelo de su compañera o la misma que vuela que te ha pedido a ti que la retrates o tú, simplemente tú. Los juegos de la imaginación son libres e indiscretos atrapan la realidad para irrealizarla y lanzarla al infinito, sabías muy bien que aquella galanura del paisaje se había fijado en tu retina para siempre y no pudiste hacer otra cosa que regalárnosla, tal como lo hiciste con otras muchas de tus infinitas impresiones. Muchas gracias viajera de ojos pardos, muchas gracias chiquilla curiosa. Espero que un día de estos naveguemos juntos por los mares de todas tus islas mochas.

jueves, marzo 17, 2011

(KECH A1-N159) Canción de mediodia

Como un viento tenue jugando con tu pelo ausente, caen mis lágrimas sobre alas blancas de un ángel que se niega a volar. Dulce es la vida que vivimos juntos, amarga la distancia que debemos recorrer; sin embargo, por las tardes, la memoria juguetea con la locura dibujando sobre el cielo piruetas de gaviotas y palomas del mismo viento que con tu pelo y con el mío no deja de jugar. Buen día compañera de alma iluminada; no te puedo dejar de amar.