martes, marzo 23, 2010

A8-J9: Diario de un cerdo (Capitulo XVIII: El cuento del lobo)

Si todos han visto, leído o escuchado las noticias, sabrán que un violento cataclismo ha arreciado la costa y valles del centro sur del sur del sur. Como he dicho antes, mi recordada abuela parece haber vivido en el futuro de mi vida; otra hoja rescatada de su diario da cuenta como ella misma sintió, ya casi cien años atrás, lo mismo que siento yo hoy. Parece magia o esquizofrenia pura pero es así; los acontecimientos reaparecen como una eterna representación de nuestra frágil, infinita y deleble humanidad.

“Esta noche va más triste que la de ayer, ya han pasado tres semanas del gran terremoto del sur; la gente sigue asustada; los gatos siguen durmiendo con un ojo abierto y otro cerrado; yo trato de conciliar el sueño apelando al olvido y el no sentir, sin embargo, no puedo; miro y vuelvo a mirar hacía el poniente tratando de adivinar que es lo que esta haciendo o que es lo que hará el mar; pongo mi cara al viento; las orejas a la tierra por si escucho la quebrazón y nada, nada; eso es lo peor, nada ocurre y todos queremos que ocurra de una sola vez para que así podamos seguir durmiendo en paz, para que así se nos espanten los miedos, para que se silencie el eco del hondo rugir de la tierra y para que el bramar de las olas no vuelva sobre las chozas de los pescadores. Quiero que retorne la paz para mi y mis hermanos y hermanas adoloridas. Le hablo a Cerdo de estas cosas y es como hablarle a una piedra; me dice que supo de un barco velero que salió a buscar tesoros que en estos casos el mar libera desde el fondo. Que me importan tus tesoros, le dije al almuerzo; que me importan tus fantasías. De nuevo le pregunte al Viejo Esperpento que sabía de lo ocurrido; le pregunto día a día; me dice que nada; hay mucha información; ya no sabe por donde buscar; ya no sabe que pensar; sabe de un temblor en Alaska, de otro volcán en Chipre; de otra replica en Cobquecura; de muertos en Cauquenes; que están reconstruyendo escuelas; que los rusos trajeron un hospital que la gente no quiere. Son muchas cosas. El Cerdo busca consolarme, quebrar mi desencanto y apuntalar mi desequilibrio; me dice sus locuras; me canta; me regala otro cuento y se despide de mí con un beso, no sin antes dejarme un acertijo: - El éxito mi amiga se mide en rupias y no en doblones. Dejo que se vaya sin decir nada. No se que responderle. Leo su cuento en cuatro tiempos; espero tras esto olvidar para de nuevo comenzar a soñar en mañana.Espero.

Capitulo I: - Quiero abrir tus carnes como si fueran mantequilla, mas no para amarte si no para comerte. Dicho esto, hundió sus afiladas garras en el tierno vientre de Caperucita, desviscerándola en el acto. La consternada Abuela no pudo más que gritar, mejor dicho aullar. Lobo la miró con celo, diciéndole: - Si hubieses sido tan tierna como ella, te habría tocado ser la reina de este festín; luego de eso hecho en un saco el cuerpo inerte de la pequeña, dio la vuelta y se marchó.

Capitulo II. Los gritos de Abuela no cesaron, estaba completamente choqueada. Al despuntar el alba, más menos como las seis de la mañana, paso cerca de la cabaña un grupo de obreros rumbo a la fábrica donde trabajaba Manuel. Uno de ellos, el más chiquito que llevaba un ramo de flores, alertó al grupo del escandaloso aullido; se acercaron raudamente a la puerta y golpearon para saber que sucedía, al ver que nadie contestaba, comenzaron a soplar y soplar hasta que la puerta cedió; Abuela al verlos entrar se abalanzó sobre ellos pidiendo auxilio y socorro; la voz no le salía, todo era aullido y desesperación. Otro de ellos, Jonás, abofeteó violentamente a la ida mujer en la idea de aquietarla y ciertamente silenciarla; en un primer momento ella respondió con silencio pero luego se abalanzó sobre el enclenque muchacho mordiéndole la oreja hasta arrancársela – Maldita bruja, injurió Jonás, mientras intentaba deshacerse de la loca que buscaba ya la otra de las orejas. Sin titubear un segundo, Hércules, el mayor de los tres, saco su escopeta recortada y apuntó a la cabeza de la loca; ella ni cuenta se dio, sus sesos quedaron impregnados en las paredes de la cabaña y también en la ropa de los impresionados obreros. No pudieron hacer más de lo que hicieron. No entendieron nada. Tomaron la oreja de Jonás y se la cosieron con aguja e hilo tomado del costurero de Abuela. Salieron de la cabaña cuando la luz del día ya era plena. Afuera los esperaba la policía.

Capitulo III. Lobo se enteró por la portada del Defensor del cruel asesinato de una mujer y la desaparición de una niña en una cabaña del bosque. Al ver la foto de la oreja sangrante de Jonás y el estúpido e inocente rostro de Hércules no pudo más que sentir remordimiento. Aún sentía en su boca el sabor de Caperucita y eso era más fuerte que su fidelidad. Le extraño no ver en la foto el rostro de Manuel, sabía que ellos siempre andaban juntos y que esa madrugada como tantas otras marchaban los tres; aunque, era muy probable que como muchas otras noches, hubieran pasado la vigilia tomando cerveza en el Zunrize y el amigo faltante estuviese dormido debajo de alguna mesa o en el banco de la plaza, si así fue, suerte tuvo porque si no estaría pateando la perra por la misma mala suerte de sus compinches.

Capitulo IV. Después de un rápido juicio y una eficiente sesión de tortura, Hércules admitió haber asesinado sin ninguna causa a Abuela y Jonás haber hecho desaparecer el cuerpo de Caperucita. Ambos fueron colgados en el cadalso de la cárcel del pueblo. Manuel también fue interrogado por su eventual participación en los hechos; señaló que aquel día había estado bebiendo con sus amigos pero que se emborrachó muy temprano y que temprano se fue a su casa; dijo que al día siguiente no fue a trabajar porque se encontraba enfermo por una fuerte indigestión; mostró los papeles que aseguraban que había visitado a un médico y lo dejaron ir. El día del ajusticiamiento, llovía torrencialmente; nadie fue a mirar el funesto espectáculo; Manuel se encaramó hasta lo alto del cerro La Virgen y sobre la punta de la Piedra del Indio aulló de dolor por la partida de sus inocentes amigos. Nadie lo escuchó; nadie lo vio, salvo el Viejo Esperpento; él si lo vio subir al cerro y sintió entre los torrentes de lluvia el sufrido y espeluznante gemir, sabía que aquella madrugada los tres amigos habían partido juntos al trabajo, pero nadie le preguntó y él nunca ponía velas en entierros ajenos menos si se trataba de lobos y otras fantasiosas historias que la gente inventaba.

Origen de la imagen http://apologista.files.wordpress.com/2009/10/oveja-o-lobo.jpg?w=400&h=311

jueves, marzo 18, 2010

a8_j4: el mago

Este hombre conspira contra el universo, el sabe bien que lo que aparenta no es más que una fabula, una burda jugarreta de los sentidos. El tiempo si fuera posible atraparlo en un concepto, sería como un conejo que huye en cualquier dirección y que en cada infinitesimal camino que escoge se encuentra con un lobo que no es otra cosa que la ilusión que le facilita y condena al eterno movimiento. Si el conejo es el tiempo el lobo es la nada. ¿Dónde debemos entonces situarnos? ¿En la mirada absoluta del lobo o en la huída relativa del conejo? Lo que más conviene es estar simultáneamente en ambos estados, para ello hay que conjeturar y por sobre todo trabajar y trabajar. Es posible que después de un gran esfuerzo logremos situarnos en las orejas del conejo y animarlo a traspasar las fauces del lobo; al otro lado nos espera todo, un vacío inmenso que corroe el alma y te empuja al fondo de la locura, para que aquello no ocurra debemos ir dispuestos a dicho encuentro. La disposición a los encuentros se logra en la combinación de factores, cualquiera de ellos puede servir, una moneda al interior de una botella o un papel mojado en agua de azafrán, todas las combinaciones posibles pueden ser reconocidas en el taller del maestro, por eso todos lo visitan y lo observan. Muchos esperan alguna receta mágica, pero no hay. La magia es el encanto del no estar, del no saber, del no desear o dicho de otra forma, la magia es el arte del desprendimiento. Así como podemos subirnos a las orejas del conejo, también podemos ser las fauces del lobo y atrevernos a devorar a los infinitos saltarines que pululan nuestra existencia; para eso también debemos prepararnos: en el camino del lobo no hay lugar para cobardías. La magia es el camino y el universo el destino y el origen del ser.

lunes, marzo 15, 2010

a8-j1: Ruego por el fin de la era de los grises

Desde que se cortaron las cuerdas de las guitarras, Valparaíso parece hecho de nada. La angustia del sube y baja de mareas entrantes en bares pasados a meado ya no es la misma. El fascismo vestido de gente con el cuello a la corbata y los míseros pasquines que lo alientan me tienen a mi a otros y a otras hasta la coronilla, hasta la tusa; más arriba del hueso como diría mi abuela (dios la guarde y la favorezca en su santo reino). Hay calles de mañana que ya no vislumbran plazas; árboles que no esperan niños; pelotas que no se desbarrancan; sólo quedan cantores de monedas monótonas: día tras día las mismas notas, la misma estrofa. Estos, los grises, no son más ladrones que los otros, los multivariados, son igual de ladrones pero son fomes, no calientan a nadie, no hacen florecer nada. Grises, todo lo corroen, todo lo enturbian; Valparaíso se vuelve el reino de los grises; Chile entero se vuelve el reino de los grises. Ay malacatosos y malacatosas, polivalentes y parlanchines, que mal cuidaron nuestra alegría, que mal trataron a nuestros colores, que mal honraron a nuestros muertos. Sin embargo, como siempre, la esperanza y la paciencia están en nuestro lado, límpidamente dignos y dignas, nos rearmamos como ayer: de esquinas, de palabras, de miradas y conspiraciones, de ilusiones coloridas para repintar nuestras almas, para erradicar a los grises y ojala para siempre, ahora si que para siempre. Que así sea.

domingo, marzo 07, 2010

a8_jotamierda: el día de la asquerosa fuerza

Nadie necesita a Nadie. Chile es un pueblo que tiene mucha fuerza..Así lo dijo Homero y así es: el pueblo se salva a si mismo---la magnitud del cataclismo no nos doblega nos hace más poderosos y poderosas. El gobierno es mierda., el capitalismo es mierda; la Solidaridad, la Esperanza y la Revolución son nuestras...lo demás nada ¡¡¡ Arriba Chile. Arriba pobres del mundo (SIN LUMPEN). Venceremos amadas y amados compañeros y compañeras…RESUCITANDO MONSTRUOS Y HACIENDO FLORECER LAS TRINCHERAS.