martes, diciembre 28, 2010

(KECH A1-D79) Kordus

Vendrá un día en que el temporal de tu ausencia hará trizas los artefactos que anclan el cuerpo y la mente a la cordura. Ese día vendrán desde los siete rincones las agujas que separan las hojas de los almanaques que ya nadie lee, las arcillas envueltas en papeles de regalo, las risas espolvoreadas por las plazas de la ciudad, los vendedores de helados fantasiosos, las mujeres que observan por ventanas, los vientos y sus brisas tibias y frías, los almaceneros que engordan sus panzas con monedas sobrantes de impuestos escondidos y los gatos, vendrán muchos gatos, todos los gatos del universo estarán aquí, se presentarán ansiosos, con sus colas al cielo y sus pelos relamidos, ellos serán los encargados de adornar el día del encuentro del sentido. Aquel día me vestiré de gala; cubrirá mi cabeza una cinta de plumas de aves exóticas de la amazonía; mi cuello estará rodeado por láminas de plata labrada; mi brazo derecho se abrigará de retazos de sedas de muchos colores, el izquierdo ira desnudo, dejando ver tatuajes mortuorios de los indios navajos; el torso llevará una camisa color amaranto abotonada hasta el cuello, las caderas y las piernas irán cubiertas de un pantalón blanco de lino grueso que rematan en unos pies descalzos que resaltan uñas pintadas de verde y azul, por último, las manos, estarán la una teñida del rojo de tu vida y la otra del púrpura de tu cielo. Cuando todo este dispuesto, emergeré desde la fuente de Neptuno; al mismo tiempo, desde Atkinson una fanfarria variopinta lanzará acordes recubiertos de rayos láser de colores que crearán un escenario espectral que alentará la apertura de las alcantarillas. Ratas y muertos aflorarán de los adoquines; el primero en volver será Dubois, todo cubierto de musgo y con una sonrisa de oreja a oreja cantará el tango “Volver”, las mujeres que miran por las ventanas le lanzarán pétalos de rosas y los millones de gatos maullarán al unísono haciendo enrojecer a la pálida luna que surgirá allá tras La Campana. Después que el asesino milagroso haya terminado su actuación, vendrá el turno de las cucarachas, cientos, miles de ellas bajando en un zumbido tenue desde lo alto de la Plazuela San Luis, pasarán algunas de infante redoblando sus patitas en marcha china y las otras moviendo sus alas escarlatas y dibujando mariposas en la noche alumbrada por faroles a vela. Detrás de las cucarachas vendrán los perros, primero los perseguidores de ruedas, comandados por Lupo, un perro negro y flaco con cola de plumero; luego los roba pescados, dirigidos por Laica, la de patas cortas y pelo duro; por último los muerde piernas, esos que se juntan en esquinas y plazas para asustar a cualquiera. El remate de las marchas estará a cargo de las palomas, las gaviotas y los murciélagos; en el piso las palomas en escuadrón, sobre ellas y en vuelos rasantes irán los murciélagos, más arriba en lo alto, gaviotas en envergadura blanca chillando la marcha del escuadrón de las voladoras. Terminados los honores introductorios cesará la fanfarria y se apagarán las luces; los colores darán paso a la penumbra sepia de un Valparaíso en velas; se otorgará un espacio al silencio, mismo que será corrompido por el burbujear de la fuente de Neptuno que comenzará a bullir en la transformación del agua en lava y fumarolas de un volcán apasionado que estuvo oculto hasta hoy, el día de nuestro reencuentro. En medio de ese silencio en sepia, lanzaré un grito de alegría dolor para hundirme luego en el fuego puro del dolor; un coro de ángeles negros cantará mi nombre y una bandada de golondrinas dibujará el tuyo en el trasfondo rojizo de la luna que siguió perpleja la trama estrepitosa de esta escena de amor universal.

sábado, diciembre 18, 2010

(KECH A1-D69) Las cartas


El espíritu y el corazón del autor, en este caso la autora, o su cuerpo y su mente, siguen brillando cada vez que cada una de sus obras es recogida o vista por alguien, para mi hombre simple y fisgón, hijo ilustre del siglo pasado, afortunado de haber sido el padre de tan bella creadora no me queda más que expresar alegría y agradecimiento por haberla acompañado en su fugaz paso por este planeta y ciertamente orientar, humildemente, a otrxs observadorxs respecto de la historia de la ilustraciones. Ciertamente cada cual tiene la libertad de interpretar el mensaje visual desde su propia perspectiva y otorgarse el derecho a la deconstrucción y a la recreación de la historia, para ello dispone de un espacio en blanco que estará siempre dispuesto para que se atreva a la fantástica aventura de viajar por los mares de la imaginación.


Las Cartas.

Las cartas seres sintientes que acompañan a la humanidad desde siempre, un buen día decidieron dejar de trabajar y se amotinaron en un rincón de la oficina de correos. El motivo era la creciente perdida de sentido de su ser, principalmente porque cada día más eran usadas solo con fines comerciales y judiciales, los mensajes de amor, de amistad o por lo menos de despecho u odio eran cada vez menores, lo peor de todo era que ya no las hacían con lápices, menos con las elegantes plumas de antaño, si no con tinta o polvo láser que se impregnaba en papel por medios electrónicos o por prensas. Un horror insoportable; ellas se negaban a ser usadas como medios de cobranza, de amenazas judiciales, de rendición de cuentas o de soporte de saludos estandarizados donde hasta las firmas no eran más que la reproducción en miles y a veces millones de una que en algún momento surgió desde la mano de alguién. Exigían a los humanos que volvieran al sentido prístino de la comunicación, que volvieran a sentir que cada mensaje era para un receptor único e irrepetible y que cada emisor no podía abandonar de su corazón la imagen y el sentimiento de quien lo leería. Pasaron muchos días, semanas, meses y años; los mensajes siguieron circulando, a falta de cartas los humanos comenzaron a usar con más intensidad los artilugios electrónicos, teléfonos, computadoras y lecto-escritores digitales eran los preferidos, ya nadie se acordaba que en un rincón de alguna oficina de correo de algún lugar del mundo un grupo de heroicas cartas se amarilleaban y resquebrajaban al paso del tiempo con el único fin de recuperar el sentido de las palabras y los sentimientos.
La imagen es de Carla Renault Z.

jueves, diciembre 16, 2010

(KECH A1-N67) Nos llevamos por hilos de plata en caminos invisibles

La vida sin tí es una escena única en el no lugar y en el no tiempo, me ancló solo a tus últimos respiros al último cruce de nuestras miradas. Un sueño largo se atravesó entre nosotros y nos obliga, una vez más, a un nuevo peregrinar, a buscarnos entre vidas y ventanas, altos y bajos, anchos y estrechos, por todos los mares y todos los caminos. Como dice el tango, veinte años son nada mi amor, sin embargo, tu y yo sabemos que fueron nuestra más reciente eternidad, lo mismo que veinte eones o un suspiro de Cronos. Mañana al despertar mis ojos una vez más te buscaran por todas partes y en todas ellas te hallarán; aunque la porfiada razón se niegue a nuestro encuentro, debo declarar que a la tibieza de las manos se suman ahora la sonrisa y la mirada,trenzando secretos hilos de plata que van marcando los senderos que nos llevarán a nuestros último y primer encuentro, hacía la conjugación de nuestra divinidad, en el secreto verbo de los sortilegios y en el inmutable refugio del alfa y el omega. Nos llevamos hasta encontrarnos.

lunes, diciembre 06, 2010

(KECH A1-N57) carta número 6

Querido Pamá, los días son eternos, las noches también, en el aquí o el no lugar todo sucede al mismo tiempo y en todo momento, es, como explicarlo, como una juguera que hace girar todo a mil y tú eres la pepa de un limón que también gira pero no lo notas y más bien flotas, no se siente nada de lo que se siente abajo, pero vivo con todo lo que deje abajo puedo ir de aqui para allá y de allá para acá, muy acompañada pero en una infinita soledad que ciertamente no me produce ningún problema, salvo, muchas veces, un gran aburrimiento, si, un gran aburrimiento que trato de llevar jugando con el viento, visitando todos los lugares que quiero y en todos los momentos que quiero, leyendolo todo, dibujandolo todo, lastima que no existe un cable directo a tierra para que tú y todxs mis amigxs puedan verlos, sin embargo tengo la posibilidad de mostrar a cada cual un poquito, en una comunicación muy propia y muy intima, aca no existe la pena ni el desgano ni las lágrimas ni las risas pero si el libro de los sentimientos en el que se va escribiendo el sentir de quien tu quieres seguir y ahi estoy viendo mucha amargura que me ocupa, sobre todo la de mi mamá, la de algunxs amiguitxs que no quiero nombrar para no romper su intimidad, también la tuya y la del Chan; lxs gatxs parecen ser más habilidosos que ustedes, ellos no se quedan en la amargura, también viven en un seudo no lugar, salvo la Jorgita, debe ser porque esta muy humanizada, creo que la fundí demasiado, hazle saber de mi amor a todxs aunque con muchoxs ya me he comunicado necesito que me ayudes a inspirar amor y pasión por la vida, fuerza para seguir luxando por un mundo mejor, más mejor, besos dady, te quiero, te tengo y te llevo, por siempre.

viernes, diciembre 03, 2010

(KECH A1-N54): Carla de todas partes

Estas en todas partes, en las escaleras, las noches, el cielo y el mar. En todos los momentos y con todxs en cada lugar, cien por ciento vida otro cien por ciento amor.