domingo, diciembre 25, 2005

N-CXXVIII...sinceros saludos de parte de una puta trabajolika

La mayoría de las putas no trabaja esta noche, yo soy la excepción. Pasa que no tengo a quien querer y tampoco creo en Noel, su imagen se me murió a los siete años, cuando papá me invitó a que hiciésemos dormir a mi nueva muñeca, se llamaba Polaina. Ella era grande y gorda, de pelo dorado y rizado, de unos grandes ojos azules bailarines, con zapatitos y calcetines blancos y que al balancearla hablaba y decía – ¿Quieres dormir conmigo? Desde que el viejo paskuero la dejó debajo del árbol lo único que esperaba era el momento de llevarla a mi cama, cuando mamá se durmió y mis hermanos cansados también lo hicieron, Polaina, papá y yo fuimos a dormir; me saqué los pantalones y me quede con la polera y los calcetines; le saque la ropa a Polaina y papá también se la sacó, me comenzó a tocar, dijo que me quería, que era nuestro secreto, me siguió abusando hasta los dieciséis años; a los diecisiete nació Maikel, a los dieciocho lo ahogue con la almohada, a los veintitrés salí de la cárcel; la memoria me abandonó, los recuerdos solo regresan en pesadillas, no tengo porque celebrar, no hay paz en mi noche, feliz navidad para ustedes, yo soy una puta trabajolika.

jueves, diciembre 22, 2005

J-CXXVI...Viejo Esperpento (abreviación del mozo del Zunrize)

Viejo Esperpento me llama la gente. Vivo sólo desde siempre, esta casa no tiene dueños, pero todos piensan que es mía, la cuido lo necesario, al límite de que no se la apropien las ratas ni las cucarachas, aunque debo reconocer que he sido condescendiente con palomas y arañas. Escrito tengo en la memoria que a este pueblo nunca vine en la idea de perpetuarme; venía por trabajo, más arriba la sequía llevaba ya tres años, ni ovejas ni llamas nos quedaban y las que resistían ni para charqui alcanzaban. El pueblo era hermoso, mucha gente y muy alegre, encontré trabajo en un negocio de la plaza en el que se podía uno deleitar con sólo entrar, lo malo es que nadie entraba, a lo menos, nadie a quien yo pudiera reconocer o de quien pudiese hablar. Ahí estaba, siempre trabajando, siempre dispuesto y disponiendo, pero sin persona alguna a quién servir. Durante años, día tras día, la espalda se me fue encorvando y el traje royendo, al salir del Zunrize, la gente me miraba con pena, algunos me tendían monedas y yo las recibía; las necesitaba, con ellas compraba un pan, a veces unos huevos y una cebolla. El negocio seguía reluciente, brillante y acogedor por eso iba ahí cada día; habría a las ocho y cerraba a las diez, perdón, hoy sigo asistiendo, debe ser así, Zunrize debe seguir brillando. El pueblo se fue vaciando al tiempo que yo envejecía, note que el pueblo moría, cuando dejaron de llegar los camiones de las minas y cuando el paso del tren se fue espaciando, hasta detenerse. Mi casa esta frente a la estación, al comenzar el día a contraluz se alumbran la ventanillas de las boleterías y por los juegos de las sombras pareciera verse el ir y venir de fantasmales pasajeros, pero es sólo la imaginación alimentada por la melancolía y la soledad. Hoy día sólo quedan unos cuantos; aunque afanosamente, jóvenes citadinos, hombres y mujeres, vienen a instalarse a las antiguas casas que eran de sus tíos y abuelos. Yo sigo atendiendo el Zunrize, para la gente pareciera no existir, cuando salgo del local y también cuando entro, me gritan curiosos –¿Dónde vas Viejo Esperpento?, les devuelvo una sonrisa, ellos una moneda y seguimos jugando: yo con mi pan con huevo y cebolla, ellos y ellas con su curiosa esperanza.(la imagen se titula "Gris" es otra de mi bella chibizumi)

martes, diciembre 20, 2005

Dia-124...Adios cielo (kuentito para enamoradas de la tarde)

El viento levantó mi falda dejando a la luz mi calzón amarillo; elegí ese color porque dice mi abuelita, que es el que prefieren los novios, ando en busca de uno desde hace ya tres años, desde el mismo día en que el Manuel se fue con la gringa esa que venía de San Telmo. –Perdón yo soy José, me dijo con un tono cantarín, él era un joven moreno y bello que quedó prendido de la brillantez de seda de mi atuendo íntimo, yo soy María, le respondí coqueta. Nos volvimos a reunir al día siguiente y así tarde tras tarde durante un mes completo; supe que venía de El Alto, que había votado por Evo y que andaba en busca de las nuevas esperanzas, que ya no tenía vergüenza de ser indio y que estaba seguro que de ahora en adelante se le miraría con respeto en todas partes. La verdad es que a mi poco me importaba que fuera indio, más lo quería por novio que por cualquier otra cosa; al primer día del mes siguiente, el joven José no apareció, espere más de una hora, pregunte al mozo del Zunrize si había visto a alguien con las señas de mi novio,-A nadie, me respondió; me hablo sólo de un hombre loco que había entrado preguntando por los dueños, pero de un hombre guapo, joven moreno, dulce y amoroso como mi novio, nada. Camine hacía la vieja estación. Los antiguos andenes eran hoy una fantasmal reliquia, nunca vine aquí con él, así que no temía a la aparición de sus recuerdos; me fui hacia un rincón, levante sutilmente mi falda, me saqué mi calzón amarillo y lo deje botado entre los rieles, el viento se lo fue llevando lentamente; volví hacia mi casa con los ojos llenitos de lagrimas y con mis manos afirmando la falda, no quería que la gente viera que mi alma había quedado desnuda, no quería.(la imagen la hizó me chibizumi..se titula "adios cielo")

sábado, diciembre 17, 2005

J-CXXI...de vuelta al pueblo feliz en medio de la nada

Recuerdas el extraño pueblo ubicado en medio de la nada? Hace unos días atrás volví a pasar por ahí y observé que se colocó una nueva tienda. Un cartel negro anunciando Zunrize me alborotó la atención; de hecho, fue por eso que me detuve un momento; en el interior se acumulaban torres de libros usados, de todas las materias, colores y autores, eran libros baratos, esos que nadie compra; había también una zona de juegos electrónicos y dos computadoras de última generación para conectarse a la Internet y mantener la bitácora al día…Al centro un mesón circular de madera noble, la luz cenital, natural de día, le daba la apariencia de un altar a la extravagancia y la exquisitez; alimentos enlatados, chocolates y licores de todo el mundo formaban una composición estéticamente atractiva; hacía el fondo una puerta que conducía a un patio interior que tenía en su centro una pequeña fuente de niños meones y a su alrededor ocho mesas redondas que podían recibir hasta cuatro personas cada una; a un costado del patio una gran cocina a la vista y una pequeña bodega de vinos y alimentos; al frente una gran sala decorada en estilo ecléctico y cuya función era servir de comedor o café interior para los días de lluvia; el lugar invitaba a quedarse; los baños, elegantemente higienizados, estaban en el remate del patio entre las dos galerías que lo circundaban. Es un lugar gratificante, agradable y con una relación precio calidad equilibrada. Quise hablar con los dueños del lugar por haber hecho uso de mi marca sin autorización, mas el lugar no tenía dueños, uno de los dependientes, me señaló que no tenía idea de porque estaba ahí y menos quien pagaría su sueldo, señaló que trabajaba por que le gustaba atender a la gente, que yo era su primer cliente , el único visitante en años y que difícilmente podría olvidarme; lo miré con cierta angustia, compré una lata de castañas del Peloponeso, miré una gran foto de Ona, visible sólo al salir del local y huí. Desde afuera se ve un lugar sin mayor valor; una tienda digna de un pueblo fantasma que vive en la gloria del recuerdo. Espero volver a Zunrize (ojala no sea una trampa del Cazador).

jueves, diciembre 15, 2005

J-CXIX...un pequeño homenaje a un niño que muere de improviso

Hoy día anduve con los ojos cerrados entre las tumbas: esta es mamá la de las flores rojas, acá papá el de cabello gris, esta es Lucía la mujer de las estrellas y el sibarita Pablo, el camaleón del sentimiento. El juego duró hasta el ocaso, luego del paso de la banda musical que acompañaba al último bombero; el herrumbroso portón rechinó al cierre de las cadenas, el jorobado del sueño oscuro me empujo hacía afuera. Mis muertos me miran desde lejos; devuelvo la podrida pelota de Alejandro;los gusanos cosquillean en mis orejas; hoy la muerte me alegra como nunca. (origen de la imagen: http://xml.whatsonwhen.com/img_bg/14712.jpg)

viernes, diciembre 09, 2005

J-CXIII...del baúl del reKuerdo-...(a propósito de enemistad)

PRIMER CANTO A LA CAIDA DE BAGDAD.

La misma noche alumbrada por la misma luna de Bagdad embravecía mi encanto y detonaba mis lágrimas. Las mismas calles y los mismos niños retorcían el paso al hocico del mismo cañón sediento de Santiago. Las mismas botas, el mismo escupo pisoteando la mirada y abriendo la sonrisa ¿por qué no? de algunos que señalaban hacía el cielo indicando lo justo. ¿Quién dispara al amasijo hecho de cuerdas y reventones como dice el cantor absurdo? ¿Quién levanta el velo del alba y limpia tanta mugre derramada desde el podio? Ni los ángeles custodios reafirmando la santidad pontificada podrán siquiera alzar el vuelo, más podrá el hedor del humo negro de las barricadas de esta historia. Ni siquiera mis cadenas ni mis sonrisas. Ni siquiera tus reclamos de musa cansada y colgada de este tiempo. Ni siquiera las estatuas de los hombres encementados por su historia, menos aún los añicos destrozados de las ciudades que los cobijaban. Ni las putas ni el encanto. Ni yo ni mis hijos.

Carne sobre carne se mastica la maldición de la sangre.

sHile, otoño de 2003 (la imagen es un registro gráfico de la infame noche del bombardeo de Bagdad)

Día-113.....un Kuento para mi enemigo

¿Me puedes decir que nos hace diferentes? Cuando nos conocimos, quizás siempre o sólo ayer, parecíamos dos puntos distantes, dos ángulos de contemplación de un mismo universo, nos separaban las interpretaciones; la misma Luna, para mi era un queso inmenso que alimentaba secretamente al Sol, para ti no era alimento de nada si no el ojo de la puerta por donde un gran Dios vigilaba nuestro pasar, para luego al final de nuestros días llevarnos por ahí mismo hacía su morada o en contrario, dejarnos para siempre en las minas de carbón que se localizan en las profundidades de la Tierra. Me pareció egoísta de tu parte que tu quisieras que viera lo mismo y debo confesar, que a mi me sigue pareciendo bastante infantil imaginar que la Luna es la claraboya de Dios, aunque el cuento de una Luna mana del Sol es igual de estúpido, no es menos cierto que es mi cuento, el soporte de mis sueños y mis anhelos. Hoy, después de dos largas noches y tres largos días de acalorada discusión y lucha, cuando no me queda aliento y mi cuerpo es un harapo de carne sanguinolenta y tú, una masa informe y amoratada que apenas respira, concluyo que a la Luna le importa un bledo lo que pensemos de ella, es más me pareció que el Sol paso por medio de ella y luego de eso tu Dios le dio un mordisco; ya es tarde para llegar a acuerdo, quizás otros u otras tendrán la oportunidad de construir una cosmogonía colectiva, una danza de Dioses, un engendro de ritos, una Obra Protocolizada de Mandamientos Amorosos, un encuentro libertario que nos rescate para siempre de la Ciega Muerte de la Negación Perturbadora. Perdóname por no haberte sabido aceptar, yo perdono tu intransable idiotez. Nos vemos en las minas de carbón. (imagen desconocida..derivada de no se donde..parece el sol..oh no?)

martes, diciembre 06, 2005

J-CX...el sutil poder de tus palabras

Sabemos decir las palabras justas. Desde la corta infancia supimos que la boca y la expresión son el arma privilegiada del espíritu. Con palabras se abren las secretas puertas del tesoro y se transforman las alimañas en rubí, abracadabra y ábrete sésamo, son la conjunción perfecta de esta magia. Lo que se sabe parece olvidado si no se practica; date el tiempo de practicar, abandona lisonjerías y pretensiones banales, reconocerás que con un vocabulario básico, el tuyo, podrás abrir todas las puertas y transformar todas las cosas. (FLOR, otro dibujo de mi chibizumi)