jueves, julio 13, 2006

J-333: Epitafio de un viejo que vivió feliz

Un viejo murió de pena al ver que sus años pasaron en vano. El fue un hombre rico y exitoso; ganó 33 batallas, se casó 15 veces, engendró 77 hijos y 29 hijas, abrazó a 18 amantes y se salvó de la muerte 41 veces; el hambre fue para él, sólo un olvidado destello de su lejana y pérdida infancia; vivió rodeado de amigos y de enemigos, de palabras huecas y lisonjerías; no le faltaron rencores ni tampoco amores; fue tan falso como verdadero y tan truhán como gran señor; el vivió como todos quisieran y murió de la misma forma. El día de su muerte se sentó frente a su ventana, abrió el libró que nunca había abierto leyendo en él lo que nunca había conocido; levantó la mirada tratando de pedir ayuda, pero nadie lo vio; su mundo estaba tan absorto en sus ocupaciones como el mismo lo estuvo ayer; el libro comenzó a sangrar entre sus manos, cada gota que caía era una letra o una palabra afilada que cortaba su carne hasta los huesos; sus ojos incrédulos veían resbalar las imágenes de su vida como el vino fuera del cántaro roto, trataba de aguantarlas entre sus manos pero era imposible detener lo imperecedero y lo inexistente, más aún cuando dolían, penetrantes y centellantes. En su último suspiro el viejo miró hacía el cielo, dos ángeles gruñones le escupieron en el rostro, quiso llorar mas no tenía lagrimas, los ojos se le secaron y el viento esparció su polvo en el camino. El libro se hizo vacío, el texto corolario de la última hoja se esculpió en arena como un epitafio efímero: La soledad es tú única salida, no te olvides de vivir.

la imagen se titula “Hombre viejo con guitarra” es un oleo sobre tela de una afamada pintora polaka Tamara de Lempicka (Tamara Gorska) la imagen es tomada de este sitio: http://www.homines.com/arte_xx/galeria_lempicka/lempicka_16.htm

No hay comentarios.: