martes, diciembre 19, 2006

a2-n126..au revoir Paris

El día que abandoné Paris, día que aun no llegaba al escribir esta nota, no había ni golondrinas ni cuervos diciéndome adiós, las primeras ya habían volado a principio de otoño, los otros no se habían hecho buena imagen de mi; antes de despedirme, miré hacía atrás como pocas veces lo hago y ahí estaban los cientos de rostros que conocí en este camino, eran muchos y de muchos colores, en común tenían la mirada taciturna y la negación de los otros; adiós dije también a las hermosas composiciones de colores y formas, al encantador jardín de los demonios disfrazados de alegría, vi de un solo golpe sus pobrezas, sus bellezas, sus miserias, sus lujurias, sus desencantos, su alcohol, sus drogas y el enfermoso tabaquismo que corroe sus pulmones; di las gracias por el encuentro, me sentí como en casa, fueron caminos y paisajes recorridos muchas otras veces, todos muy propios, la verdad es que no hay diferencia alguna entre nuestros mundos, salvo por el aire y las compañías, que son de nosotros; quise estar aquí y aprender, estuve y aprendí. Gracias por la recepción, gracias por la belleza, por los sabores, los colores, por la miseria, por el encanto, por la grandeza y por la tristeza, gracias a la vida, como señaló nuestra infinita Violeta. Au revoir Paris.

No hay comentarios.: