lunes, junio 18, 2007

J-207...Psiquiatras a la puerta (esta no es mi vida si se parece es una infinita coincidencia).

ACTO I

Un día lunes de otoño, como muchos otros de ayer y hoy, frente a la oscura pantalla de mi maquina de trabajo y avizorando en mi mente el programa de tareas de la semana, se introdujo entre los intersticios de mi racional soliloquio ese pensamiento recurrente que alumbraba el camino al precipicio: El alcoholismo incontrolable y la eyaculación precoz son dos fuertes señales que no cesan de brillar para mostarme lo inevitable, mi fin ¿ Acaso es un llamado desde el fondo de mi ser con el fin de que me detenga?
¿Detenerme? ¿De que hablaba? ¿Cómo? ¿Cuándo? Me pasaban cosas pero parecía que no era yo el protagonista, más bien era la victima, la clásica locura dicotómica de Kiko y Kako, Mister Jekil y Mister Jaid. Horror de horrores, la locura se apoderaba de mí.
-No es lo que lo que quiero, pensé.
De inmediato me respondí: - No es lo que quieres querrás decir.
Era inevitable, mi destino estaba marcado o hacía algo - ¡no hagas nada! – o me dejaba llevar hacía el hondo, profundo, brillante y azul precipicio (no es un mal lugar, yo he estado allí).Una sonrisa malévola se marcó en mi mejilla, solté los dedos, respiré profundo y pusé punto final a este primer acto.

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