jueves, diciembre 16, 2010

(KECH A1-N67) Nos llevamos por hilos de plata en caminos invisibles

La vida sin tí es una escena única en el no lugar y en el no tiempo, me ancló solo a tus últimos respiros al último cruce de nuestras miradas. Un sueño largo se atravesó entre nosotros y nos obliga, una vez más, a un nuevo peregrinar, a buscarnos entre vidas y ventanas, altos y bajos, anchos y estrechos, por todos los mares y todos los caminos. Como dice el tango, veinte años son nada mi amor, sin embargo, tu y yo sabemos que fueron nuestra más reciente eternidad, lo mismo que veinte eones o un suspiro de Cronos. Mañana al despertar mis ojos una vez más te buscaran por todas partes y en todas ellas te hallarán; aunque la porfiada razón se niegue a nuestro encuentro, debo declarar que a la tibieza de las manos se suman ahora la sonrisa y la mirada,trenzando secretos hilos de plata que van marcando los senderos que nos llevarán a nuestros último y primer encuentro, hacía la conjugación de nuestra divinidad, en el secreto verbo de los sortilegios y en el inmutable refugio del alfa y el omega. Nos llevamos hasta encontrarnos.

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