dia dos: proyecciones sonoras

Valparaíso despertó radiante, el sol inunda los humedos rincones y el vaho profundo le da un aire unico a esta ciudad que me acoge. Por el vano abierto de mi gran ventana de dos hojas entran los molestos ruidos de la calle, son principalmente motores y bocinazos, entre ellos y en un pulso permanente, emerge el sonido de una trompeta y de un tambor, tan-tup-tan-tup-tup-tan...se ya, por costumbre a su presencia, que son hombres y mujeres asociados a un programa de empleo del gobierno, que reclaman porque sus puestos de trabajo no se mantienen o porque no se les ha pagado, el motivo siempre es el mismo, lo que va cambiando son los rostros, se parecen a esos pobladores de la selva paraguaya que asientan su campamento frente a la casa de gobierno solicitando que se les entreguen tierras o a los mineros desplazados del altiplano boliviano reunidos en la plaza de san francisco..nosotros los transeuntes, o por lo menos yo como muestra infinetesimal de los mismos, nos acostumbramos a todo eso, somos inmunes a los problemas de otros, quizás sea por que pensamos que nada podemos hacer, aparte de entregarles una sonrisa o alguna de nuestras monedas para su "olla común"...ellos son los marginados, ellas son las marginadas..en nuestro silencio, sólo esperamos no ser nosotros algún día, en cualquier caso yo se tocar el tambor y la trompeta, quizás mi única molestia sería el tratar de responder a la demanda de los que de mi hoy dependen, quizás, por que de una u otra forma trato de vivir en el alambre, equilibrando el desequilibrio, de tal forma de acostumbrarme al vertigo, a la ansiedad que produce el tratar de no caer, de no dejar de ser viable, rentable, productivo, y esa forma de vivir trato de transmitirla a quienes amo y quiero, no hay mayor seguridad que hacerse amo y señor del desequilibrio, dominar los miedos (esos monstruos terribles que encadenan nuestra alma).. tan-tan-tatatan-bu-bu-bum-bum- bum..yo también se tocar la trompeta y estirar la mano para pedir una moneda, mas también se hacer otras cosas, y ellos y ellas también.... pero no tienen oportunidad, quizás fue el destino, o cómo dicen los maestros del éxito, no supieron estar en el lugar preciso y en el momento preciso...es decir son unos inoportunos y unas inoportunas, así entonces lo que corresponde si queremos ayudar de verdad, es ayudarles a generar oportunidades, sus propias oportunidades, aun cuando tocar el tambor, la trompeta y estirar la mano es desde ya una oportunidad que ellos y ellas bien saben aprovechar, a pesar de que claramente, es una opción que no es ni social ni politicamente validada, pues lleva en su esencia el gérmen de la inadaptación y la replicabilidad, exclusión-pobreza-violencia-exclusión.. ¿cómo rompemos el círculo maldito?...con riqueza, generando riqueza y distribuyendo equitativamente esa riqueza, hoy no sucede así, mañana esperemos que sí...tatatan..tututu..papapapam( NOTA.. la imagen del niño angel es bajada de internet..no se de kien es..me gusta, la tome para kompartirla..perdón si alguién se siente molestado por eso)