jueves, octubre 19, 2006

a2-n165...cansancio krepuskular impulsa a bajar la letra de una segunda parada: #Lugar vacío#

El hombre que se fue dejó un lugar vacío, nadie lo quiere ocupar; el que esta al lado - hacia la izquierda - prefiere esperar desde otra posición, la poesía negra de poetas de mala muerte no es su delirio. El papel seco ya se hace polvo; el hombre que se fue tuvo una última suerte, ser leído y rescatado del siempre olvido:

“soy aquél poeta muerto

en un lecho de letras de amianto

flores de arsénico ocultan mis pies

cadáveres sangrantes lloran mi llegada

en el color de la mortaja pinté el juego negro de mi vida

de paso en paso la trompeta hundió mi cuerpo en las raíces”

(de Historias de Paradero)

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