domingo, noviembre 06, 2005

N-81...la guerra no tiene lógica, pero si un fin.

Dos palomas airadas cruzan sus miradas en el cielo. Vuelven a la tierra, una en un rosal, la otra en una fuente; levantan al tiempo sus ojos al cielo. El viento cesa. Dos palomas se impulsan hacía el vacío azul; airosas y veloces, se proyectan hacía el sol. En el cruce de sus caminos, sus picos destruyen sus corazones. Dos palomas sangrantes, explotan su esperanza en medio de la plaza. El amor y el odio desenlazan en un segundo. Dos palomas sangrantes no son suficiente razón para detener una guerra.