jueves, septiembre 29, 2005

D- 44: Boriken llora a Filiberto.

En el año de 1493, Cristóbal Colon avista la isla de Boriken, dándole el nombre de San Juan Bautista. Esta pequeña isla del caribe, conocida hoy con el nombre de Puerto Rico, fue colonia de España desde su descubrimiento hasta el año 1898, momento en que los EEUU toman posesión de ella como trofeo por su triunfo guerrero sobre España (Guerra Hispano Americana); la formalización del traspaso de la isla se firmó en Francia en diciembre de ese mismo año (Tratado de Paris, 1898). Las Antillas desde que fueron descubiertas y ocupadas por España se convirtieron en territorios codiciados por otros imperios europeos, Francia, Inglaterra y Holanda, ansiosos y codiciosos de poder y riquezas, también obtuvieron trozos de tierras antillanas. Desde el año 1898 hasta el 1952, Puerto Rico fue abiertamente una colonia norteamericana. Desde 1952 a la fecha la isla tiene el estatus de Estado Libre Asociado; la constitución, aprobada el 25 de julio de ese año, logró que la isla dejará de figurar en la lista de territorios coloniales de las Naciones Unidas; a pesar de ello nuestra antigua Borinken sigue manteniendo muchas de las características de una sociedad colonial. Filiberto Ojeda, era uno de muchos y muchas portorriqueños y portorriqueñas que piensan que su isla tiene el legítimo derecho al autogobierno, a ejercer soberanía y a encumbrarse en la comunidad internacional, como un estado nación verdaderamente libre; con la estrella de la libertad por guía creó un grupo de resistencia armada (Macheteros) que retó a la hegemonía político y militar de los Estados Unidos en la isla; así propinó certeros golpes y así mismo, recibió la respuesta del Imperio; fue arrestado en el año 1985, puesto en libertad vigilada en el año 1988, entre ese año y el 1990, Filiberto caminó por las calles de su isla con un grillete localizador amarrado a sus pies, en ese momento él decidió liberarse verdaderamente y se desprendió de sus cadenas, estuvo viviendo en la clandestinidad hasta hace unos cuantos días atrás, cuándo el FBI le acorraló y luego le acribilló. “En su último día de vida, mientras cientos de personas escuchaban su mensaje de unidad patriótica en la tribuna de la Plaza de la Revolución en conmemoración del 137 aniversario del Grito de Lares, el enemigo de todos los puertorriqueños lo rodeaba a distancia y lo masacraba. Nadie, tal vez ni siquiera él, hubiese imaginado que esa difícil unidad a la que aspiraba, tomaría vida tan solo horas después, ante el derramamiento de su propia sangre. A las cinco de la tarde del 23 de septiembre de 2005, miles de hombres y mujeres lloraban, odiaban y se enorgullecían en la intimidad de sus carros, hogares y oficinas. Pero, aún sin tener información sobre el operativo que acabaría con la vida del hombre, desde los primeros avisos de que le rodeaban, sus compatriotas y amigos sabían, absolutamente sin lugar a dudas, que Filiberto Ojeda moriría de pie con sus armas en la mano" (fuente: http://www.quebracho.org.ar/actualidad/actualidad%2005-09-24.htm ) Siempre adelante. Los sueños libertarios nunca mueren; detrás de uno/a siempre vendrán varios/as; donde vaya el poder y la ignominia ahí irá la resistencia.