sábado, septiembre 10, 2005

veinticinco noches...es tiempo de luxar, liberen a los osos¡

Tan sólo 32 años atrás, nada para un planeta tan viejo como el nuestro, yo era un niño de 8 años que jugaba en la calle, a la guerra, a los pistoleros, a la pelota, a la mamá y al papá y a otras cosas también; al mismo tiempo, otros y otras, no niños ni niñas, jugaban a la traición, tenían dinero, armas y la protección del imperio, fraguaban un golpe mortal a la inocencia del pueblo (léase los/as más pobres y postergados/as) y a la joven historia chilena (la forma de vivir de una sociedad)..Y lo cometieron en las horas siguientes. Los aviones de Chile bombardearon la casa de gobierno de Chile, los soldados de Chile con municiones, tanques, barcos y toda la maquina militar chilena, arrasaron con el gobierno de Chile; los partidos, las organizaciones, y los hombres y mujeres que de el eran parte..Allende, Jara, Soto, Gómez, Pérez, y muchos/as más también fueron arrasados. Muchas familias lloraron. Muertes, encierros, torturas y partidas. Así nosotros/as nos hicimos hombres y mujeres, al son del mismo golpe, sin más derecho que el de la rebelión, derecho que ejercimos con valor, mas no sin temor; nos hicimos grandes y aprendimos a desviar sus latigazos; aprendimos a atentar contra su orden; aprendimos a hacernos duros/as sin perder ternura-tal cual señalaba la tradición libertaria-; muchos/as nos quedamos en el camino, muchos/as perdimos rumbo, pero seguimos adelante, cada vez más duros/as, cada vez más resueltos; aceptamos alianzas y compromisos, entregamos nuestra confianza. Ellos se fueron, con nuestro esfuerzo y el de los otros/as, incluyendo a aquellos que les habían llamado a la traición, y nosotros creímos, esperanzados, creímos y aún hoy, después de 14 años seguimos creyendo, esperando a la esperanza; no obstante, el alma se inquieta, el pueblo se ha tornado ciego, la espera en el gheto no puede ser eterna, la rabia eternizándose es un volcán que comienza acumular demasiada energía, algo debemos hacer; yo por mientras me invento luchas inocuas e inverosímiles, la libertad de los osos es un buen Placebo, debo reconocer que no soy un instigador, pero esta me parece justa, mientras sigo esperando, a lo menos sirve para ejercitar mi rebeldía parasitaria. Liberen a los osos...liberen a los osos..La libertad de los hombres y mujeres del pueblo de este Chile, sigue siendo el compromiso de los concertados, por mientras, grito con fuerza, esperando que en esta última oportunidad si resulte, liberen a los osos, ¡Libérenlos ya ¡